El
28 de octubre de 1613 partía desde Japón una embajada muy peculiar:
Un grupo de emisarios liderados por Hasekura Tsunenaga navegaban con
la misión de representar al sogún y al gran señor Date Masamune
ante los gobernantes de Nueva España, el rey de España y el papa de
Roma, siendo así los primeros emisarios japoneses en América y
Europa. Se conserva incluso un retrato del embajador japonés pintado
durante su estancia en el Vaticano.
Podéis leer el resto de la reseña en Hislibris.
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