lunes, 16 de mayo de 2016

Reseña de Desperta Ferro Antigua y Medieval 29, 31 y 35

Después de ver que la pila de revistas Desperta Ferro: Antigua y medieval que se me iban quedando pendientes por leer, no he podido evitar pasar leyendo una mañana para finiquitar dos (29 y 31) que ya tenía comenzadas y leerme, de paso, el último número (el 35), dedicado al emperador romano Septimio Severo. Tres estupendas lecturas, con una calidad altísima tanto en los artículos como en el apartado gráfico, ya sean mapas, ilustraciones;destacan, sobre todo, las estupendas portadas de Radu Oltean y algunas láminas interiores de Pablo Outeiral que están entre los mejores trabajos de este ilustrador.


El número 31 tiene por título “Cartago debe ser destruida” y cubre la Tercera Guerra Púnica. Rastrearemos desde los orígenes del conflicto, pasando por la cuasi-milagrosa recuperación de la ciudad norteafricana tras su desastrosa derrota en la Segunda Guerra Púnica, su conflicto con las tribus númidas del rey Masinisa, el urbanismo (probable) de la propia ciudad -con una estupenda ilustración del conjunto-, así como una biografía de la figura de Publio Cornelio Escipión Emiliano, general romano que dirigió el final de las operaciones militares, las cuales seguiremos también al detalle en el texto y las ilustraciones que las refuerzan, señalando el avance romano y sus ataques sobre las murallas y los barrios de la ciudad, así como la lucha tenaz y sangrienta, calle a calle, edifico a edificio, entre legionarios y los desesperados ciudadanos de Cartago.

La revista número 29 recorre la vida del controvertido emperador Juliano el Apóstata, el último emperador pagano, el cual trató de eliminar la influencia cristiana sobre el poder del Imperio y restaurar el paganismo tradicional, ya profundamente mezclado con cultos mistéricos y filosofía neo-platónica. Conoceremos desde su nacimiento y la historia de su desdichada familia, siendo el único superviviente de las purgas decretadas por el siempre cruel y suspicaz Constancio II, su pariente, hasta su ascenso a César y su matrimonio con la hermana del emperador, sus victorias en las fronteras de la Galia y su proclamación como Augusto (361-363) sobre los escudos de su tropa, preparándose a luchar por el trono imperial. No olvida la revista dedicar un artículo al ejército romano del siglo IV e.c. y otro a los pueblos bárbaros de la época, así como otros dos dedicados a puntos clave del gobierno del Juliano, la sociedad y el conflicto cristianismo-paganismo, algo mucho más complejo de lo que podríamos pensar y que dista mucho de ser blanco o negro. 

Finalmente, entraremos en la desafortunada expedición contra los persas, donde Juliano conocerá la derrota y encontrará la muerte, muerte que puede que le llegara tan fácilmente con una lanza persa como de una cristiana. Así, se puso punto y final a su sueño de restauración del paganismo y el helenismo, con una campaña donde trataría de emular a Alejandro Magno y a la vez vencer al- considerado por los propios romanos- el mayor enemigo de roma: Los persas sasánidas. Un número estupendo, sobresaliente, que es un perfecto acompañamiento para disfrutar aun más de la lectura del cómic “Apóstata”, el cual reseñé recientemente.

Y terminaré esta trilogía con el número 35, dedicado por completo a Septimio Severo, emperador (193-211) que sí fue capaz de derrotar -aunque no definitivamente- a los persas y ampliar la frontera romana en Oriente. Sin embargo, los problemas en esta misma frontera fueron una de las causas de la fallida expedición de Juliano en el siglo siguiente. Conoceremos las transformaciones en la importante maquinaria militar romana conocidas como las reformas de Severo, sus combates en las guerras civiles por conquistar o mantener la púrpura imperial (donde destaca su victoria en Lugdunum). 
Legionario de los tiempos de Severo, P. Outeiral
Septimio Severo aumentó las fronteras también en el norte al encabezar varias expediciones contra los salvajes pictos (tema del que ya reseñé un libro), aunque su salud se deterioró y su hijo Caracalla debió asumir el mando; en vísperas de una nueva campaña falleció en Britania, aconsejando a sus hijos “Mantened la paz, enriqueced a los soldados y burlaos del resto”. Quedaba clara así la importancia de lo militar en el gobierno, quedando patente que el Imperio iba transformándose así en lo que los especialistas llaman el Dominado: Contentad a los soldados para que os mantengan en el trono y el resto no importa.  

Como conclusión, tres revistas estupendas para acercar a tres periodos decisivos de la Historia de Roma. Un sobresaliente en todos los aspectos para el trío, como nos tienen acostumbrados desde Desperta Ferro Ediciones

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.