Después
de ver que la pila de revistas Desperta Ferro: Antigua y medieval que
se me iban quedando pendientes por leer, no he podido evitar pasar leyendo una mañana para finiquitar dos (29 y 31) que ya tenía
comenzadas y leerme, de paso, el último número (el 35), dedicado al
emperador romano Septimio Severo. Tres estupendas lecturas, con una
calidad altísima tanto en los artículos como en el apartado
gráfico, ya sean mapas, ilustraciones;destacan, sobre todo, las
estupendas portadas de Radu Oltean y algunas láminas interiores de
Pablo Outeiral que están entre los mejores trabajos de este
ilustrador.
El
número 31 tiene por título “Cartago
debe ser destruida” y
cubre la Tercera Guerra Púnica. Rastrearemos desde los orígenes del
conflicto, pasando por la cuasi-milagrosa recuperación de la ciudad
norteafricana tras su desastrosa derrota en la Segunda Guerra Púnica,
su conflicto con las tribus númidas del rey Masinisa, el urbanismo
(probable) de la propia ciudad -con una estupenda ilustración del
conjunto-, así como una biografía de la figura de Publio Cornelio
Escipión Emiliano, general romano que dirigió el final de las
operaciones militares, las cuales seguiremos también al detalle en
el texto y las ilustraciones que las refuerzan, señalando el avance
romano y sus ataques sobre las murallas y los barrios de la ciudad,
así como la lucha tenaz y sangrienta, calle a calle, edifico a
edificio, entre legionarios y los desesperados ciudadanos de Cartago.
La
revista número 29 recorre la vida del controvertido emperador
Juliano el Apóstata, el último emperador pagano, el cual trató de
eliminar la influencia cristiana sobre el poder del Imperio y
restaurar el paganismo tradicional, ya profundamente mezclado con
cultos mistéricos y filosofía neo-platónica. Conoceremos desde su
nacimiento y la historia de su desdichada familia, siendo el único
superviviente de las purgas decretadas por el siempre cruel y
suspicaz Constancio II, su pariente, hasta su ascenso a César y su
matrimonio con la hermana del emperador, sus
victorias en las fronteras de la Galia y
su proclamación como Augusto (361-363)
sobre los escudos de su tropa, preparándose a luchar por el trono
imperial. No olvida la revista dedicar un artículo al ejército
romano del siglo IV e.c. y
otro a los pueblos bárbaros de la época,
así como otros dos
dedicados a puntos clave del gobierno del Juliano, la sociedad y el
conflicto cristianismo-paganismo, algo mucho más complejo de lo que
podríamos pensar y que dista mucho de ser blanco o negro.
Finalmente, entraremos en la desafortunada expedición contra los
persas, donde Juliano conocerá la derrota y encontrará la muerte,
muerte que puede que le llegara tan fácilmente con una lanza persa
como de una cristiana.
Así,
se puso punto y final a su sueño de restauración del paganismo y el
helenismo, con una campaña donde trataría de emular a Alejandro
Magno y a la vez vencer al- considerado por los propios romanos- el
mayor enemigo de roma: Los persas sasánidas. Un
número estupendo, sobresaliente, que es un perfecto acompañamiento
para disfrutar aun más de la lectura del cómic “Apóstata”, el
cual reseñé recientemente.
Y terminaré esta
trilogía con el número 35, dedicado por completo a Septimio Severo,
emperador (193-211) que sí fue capaz de derrotar -aunque no
definitivamente- a los persas y ampliar la frontera romana en
Oriente. Sin embargo, los problemas en esta misma frontera fueron una
de las causas de la fallida expedición de Juliano en el siglo
siguiente. Conoceremos las transformaciones en la importante
maquinaria militar romana conocidas como las reformas de Severo, sus
combates en las guerras civiles por conquistar o mantener la púrpura
imperial (donde destaca su victoria en Lugdunum).
Legionario de los tiempos de Severo, P. Outeiral |
Septimio Severo
aumentó las fronteras también en el norte al encabezar varias
expediciones contra los salvajes pictos (tema del que ya reseñé un libro), aunque su salud se deterioró
y su hijo Caracalla debió asumir el mando; en vísperas de una nueva
campaña falleció en Britania, aconsejando a sus hijos “Mantened
la paz, enriqueced a los soldados y burlaos del resto”. Quedaba
clara así la importancia de lo militar en el gobierno, quedando
patente que el Imperio iba transformándose así en lo que los
especialistas llaman el Dominado: Contentad a los soldados para que
os mantengan en el trono y el resto no importa.
Como conclusión, tres revistas estupendas para acercar a tres periodos decisivos de la Historia de Roma. Un sobresaliente en todos los aspectos para el trío, como nos tienen acostumbrados desde Desperta Ferro Ediciones.
Como conclusión, tres revistas estupendas para acercar a tres periodos decisivos de la Historia de Roma. Un sobresaliente en todos los aspectos para el trío, como nos tienen acostumbrados desde Desperta Ferro Ediciones.
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