Shuhei Fujisawa es un buen ejemplo
de que el éxito llega cuando tiene que llegar y que la vocación de
uno puede ser un camino tortuoso que se torna recto cuando se
consigue avanzar. Ganador con más de cuarenta años de un
prestigioso premio japonés para escritores noveles, continuó con
otros galardones como el Eiji
Yoshikawa para novela histórica o uno entregado por el
Ministerio de Educación de su país por acercar a los jóvenes (y no
tanto) la historia del Japón de los siglos pasados.