En
el siglo VIII, los musulmanes intentaron conquistar Constantinopla,
la capital del Imperio romano de Oriente, el único que aun se
mantenía en pie en esa fecha. Fueron rechazados de sus murallas y
sus aguas gracias a las aguerridas tropas bizantinas y al famoso
invento que les daba una gran superioridad militar: el fuego griego.
En
esta novela de Blas Malo se mezclan diversas historias y personajes, entre los
cuales están Calínico, el extraño alquimista a quién la tradición
apunta como inventor de la forma secreta de este líquido inflamable
que seguía ardiendo aun en el agua y al que tantas victorias navales
deberán las armadas de emperador. Será esta figura y la de diversos
personajes que irán surgiendo a su paso quienes lleven el peso de la
novela, como su antiguo compañero y luego rival, o la de su
idealista discípulo y su joven amada que reciben el encargo de
desempeñar una misión secreta: viajar a Egipto y encontrar un
antiguo tratado que daría un arma aun más poderosa que la actual
fórmula del fuego griego.
Salpican
la obra también capítulos dedicados a los emperadores bizantinos y
a sus generales, y tiene su punto fuerte en las batallas y
escaramuzas acaecidas contra los invasores islámicos, con una
estupenda narración del combate en torno a la ciudad de Constantino.
Por desgracia, en su segunda mitad, la parte militar y las intrigas
entre senadores, espías y los conflictos armados pasan a un segundo
plano y toma un protagonismo mucho más marcado la mencionada
expedición, la narración de la cual adolece -para mi gusto- de
algunos problemas: Personajes con poca chicha que van dando tumbos de
aquí para allá, salvándose o encontrado nueva pistas más por
casualidad que por otra cosa dentro de una narración que detalla muy
bien la vida de la época y que ilustra vivamente las escenas pero
que parece haber perdido el timón de la historia en general. Aun nos
quedan algunos combates y algo de emoción, pero por desgracia la
novela comienza mucho mejor de lo que acaba.
Fuego griego |
Aun
así, en su conjunto, tiene muchos puntos buenos: La calidad de la
escritura es más que aceptable y la descripción de la época deja
bien claro que Blas Malo se tomó muy en serio documentarse, y eso es
un punto a favor siempre en la novela histórica. Una novela que se
deja leer, pero que me desilusionó un poco por ir perdiendo fuelle;
puede ser una buena lectura veraniega o de desconexión entre otras
más densas, pero dejará el sabor agridulce de lo que pudo haber
sido de haber tenido un enfoque más militar y político y se perdió
con el camino al entrar en aventuras y viajes entrelazados con
dramáticas historias personajes que se alargaron demasiado junto al
inevitable romance entre protagonistas.
El autor es conocido por
sus novelas históricas, entre las que también destacan “El señor
de Castilla” (la cual yo mismo reseñé en Hislibris) y su primera publicación, “El esclavo de la
Al-hambra.”
Para conocerlo mejor
podéis consultar su perfil en Ediciones B o bien su propio blog. Muy activo en el mundo de la novela histórica, es además el coordinador de las jornadas de novela histórica de Granada, una labor encomiable.
Autor:
Blas Malo Poyatos
Título:
El Mármara en llamas
Editorial:
Ediciones B (2012)
Páginas:
528
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.