Antes
de que decidáis que merezco ser quemado en la hoguera por traer a
esta nuestra página la reseña sobre unos cómics que narran las
aventuras de un conejo samurai, dejad que me explique:
Usagi Yojimbo (literalmente del japones “Conejo
Guardaespaldas”) empezó a ser publicado en 1984 por el guionista y
dibujante americano de origen japonés Stan Sakai, y a día de hoy
lleva ya más de veinte volúmenes.
En sus viñetas vemos contada la historia del susodicho Usagi, un conejo samurai que vive en los comienzos de la época Edo (principios del XVII) y que tras perder a su señor en la batalla de Sekigahara vaga por los caminos del Japón como ronin (samurai sin señor) en su musha-shugyo (peregrinaje del guerrero) particular.
Ajá. Como veis, todo comienza con la batalla
histórica de Sekigahara, y no podía ser de otra forma cuando
nuestro protagonista está inspirado en el samurai más famoso de
todo Japón: Miyamoto Musashi; y aunque en las páginas de estos
cómics su figura se encuentre dulcificada, son un buen acercamiento a
los usos, costumbres y vivencias del Japón feudal, amén de a sus
tradiciones, mitos e historias populares, sin dejar de lado la
Historia y la aventura.
Y es que aunque este Japón esté habitado por
animales antropomorfos podemos ver con un detalle riquísimo y
abrumador la arquitectura, el vestido, la artesanía, la vida diaria,
el folklore y los mitos de todo un periodo histórico reflejados en
las viñetas en blanco y negro salidas de la pluma del señor Sakai.
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El autor |
Pero no sólo de la historia y la tradición viven
las historias aquí narradas, teniendo una gran base también en los
cómics de aventuras (en cuanto a planteamientos al menos, a veces las
aventuras de nuestro conejo son muy similares a las de Conan o Groo
el Vagabundo -personaje de un amigo del autor que aparece incluso en
alguna viñeta como guiño-) pero sobre todo el cine de Akira
Kurosawa, mostrándonos siempre la dualidad del mundo
samurai/campesino y con personajes directamente inspirados en sus
películas, como es el caso del rinoceronte cazador de recompensas
Gen, el mejor amigo del protagonista, que no es otro que un alter-ego
del personaje de Toshiro Mifune en “Yojimbo” (cuyo remake en el
lejano oeste vimos en “Por un puñado de dólares”) y su segunda
parte “Sanjuro”.
Además aparecen otros personajes del imaginario
samurai que también han tenido adaptaciones al cómic y a la gran
pantalla como son “Zato-ichi” (aquí es el cerdo espadachín
ciego Zato-ino) y “Lobo solitario y cachorro” (representados en
estos comics por “Cabra solitaria e hijo”). Incluso hay lugar
para las archifamosas Tortugas Ninja en alguna historia en la que los
conocidos quelonios mutantes son transportados al Japón del siglo
XVII (gracias sobre todo a la buena amistad que une a los creadores
de ambas series), cruce que ha dado lugar también a la aparición de
Usagi en las historias de las versiones televisivas de las Tortugas
Ninja (dirigidas a un público infantil, sin mucho que ver con la
violencia que imperaba en los cómics originales).
Hay un tomo dedicado a Kusanagi
(Segadora), la mítica espada que es uno de los Tres Tesoros
Imperiales, cuya historia aparece también narrada en la película de
Kurosawa “Los Tres Tesoros”, teniendo en las viñetas de Usagi
una nueva versión, además de una historia mucho más prolongada en
el tiempo, pues varios señores feudales conspiran para robar la
espada en una de las tramas más importantes dentro de las aventuras
de nuestro protagonista de orejas largas en el tomo titulado -no
podía ser de otra forma- “Segadora”. En otros tomos vemos tramas
inspiradas en “Los 7 Samurais” o “La Fortaleza Escondida”.
Política, traiciones, asesinatos, duelos y ninjas
salpican las paginas, mezclados con escenas plácidas y bellas. A
veces sólo tenemos unos breves diálogos en muchas páginas, pero
eso no es ni por asomo un defecto pues los personajes transmiten con
sus gestos y expresiones mucho más que las palabras. y es que una
vez se comienza a leer, realmente se olvida uno que el protagonista
es un conejo, su amigo un rinoceronte, su sensei (maestro) un león,
el señor más importante del Japón un oso panda y su guardaespaldas
una gata...
Ni que decir tiene que tanto la obra como el autor
han ganado decenas de premios en sus más de veinte años de vida y
que la serie aun se sigue publicando al ritmo de un nuevo tomo cada
año.
Llenos de acción, aventuras, ternura, amistad,
valor y coraje, pero también de intrigas, asesinatos y traiciones
esta obra es totalmente recomendable para los amantes del Japón de
los samurai, tanto jóvenes como mayores, y para los que quieran
disfrutar unas tranquilas horas leyendo un cómic de calidad.
Si después de leer esta reseña decidís darle una
oportunidad al espadachín de largas orejas y seguís pensando que
merezco la hoguera, os esperaré katana en mano en la isla Ganryu a
la salida del sol.
Podéis leer esta reseña y sus comentarios en Hislibris.
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