Uno
puede pensar que gastarse 30 eurazos en un libro por una simple
recomendación leída en una revista es mucho arriesgarse, pero había
algo en el libro que me llamaba poderosamente (temática aparte).
Y
no me equivoqué.
En
esta obra, el historiador inglés nos presenta sus ideas de manera
convincente. Durante muchos años el papel de los denominados
“pueblos bárbaros” en la disolución el imperio romano había
sido tan matizada que a veces parecía haber perdido toda
importancia.
Sin
embargo, para Heather, el fin del Imperio no vendrá dado por la
injusticia fiscal, ni por fallos en la economía o discordias
internas, sino por las consecuencias de las invasiones bárbaras que
comenzaron a finales del siglo IV.
Primero
se centra en los problemas con los pueblo germánicos (los godos
mayormente en su extraña relación amor-odio con Roma). Heather nos
proporciona uno de los relatos más detallados acerca de las campañas
militares de la época tardorromana. Comenzando por el desastre de
Adrianopolis, y estudiando el efecto de las distintas oleadas
de invasores hunos (y de los pueblo empujados ante estos), el autor
nos proporciona una detallada descripción de los efectos que esta
sucesión de victorias y derrotas tuvo en el Imperio.
Además,
nos cuenta que la propia disolución de lo que podríamos llamar
“Imperio huno” aceleró la descomposición del imperio romano al
permitir el avance y consolidación de los demás pueblos bárbaros a
ellos sometidos.
No
es de extrañar que sean godos y hunos los que centren buena parte
del libro (sin olvidar a vándalos y demás pueblos “invasores”)
ya que el autor posee otras obras con estudios referentes a estos
pueblos.
Todo
lo que el autor cuenta lo hace bien, al estar apoyado abundantemente
en fuentes de la época y en pruebas arqueológicas, a la par que
la lectura se hace bastante amena por estar muchas veces
salpicada de pequeños relatos casi humorísticos, como uno
protagonizado por un loro demasiado parlanchín.
En
cuanto a la traducción es bastante buena, aunque había alguna
confusión entre los ríos Rhin y Ródano, y en algún momento se
malinterpreta la expresión “Indian summer” (que viene a
significar “Veranillo de San Miguel o San Martín”) con
“veraneando en la India”.
Por
lo demás, un libro que no me arrepentí de comprar ni de leer.
Podéis leer esta reseña y sus comentarios en Hislibris.
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