martes, 21 de agosto de 2018

Reseña de "Al servicio del Imperio" de Pedro Santamaría


Pedro Santamaría se convirtió en uno de mis autores favoritos de novela histórica desde que leí su Peña Amaya y se consolidó con Rebeldes -novela ganadora de un Premio Hislibris- y Godos; ahora vuelve a la carga con Al servicio de Imperio. En algunas de sus novelas suele tener bastante peso su Cantabria natal y tras dejar el terruño apartado en Godos vuelve a él en esta nueva aventura literaria de la mano de Arán y Noreno, dos jóvenes aldeanos cántabros que se alistan en las tropas auxiliares romanas con unos altos ideales que pronto serán puestos a prueba por la dura realidad de un modo de vida y un mundo del que desconocían todo. 

Entrarán a servir en la II Cohorte de cántabros, destinada en Judea, una tierra que se está convirtiendo en un auténtico haz de leña seca a la espera de una chispa debido a las disputas religiosas entre los propios judíos y, sobre todo, a la corrupción y la ambición de los gobernadores romanos. Un Imperio regido por un despótico Nerón bastante ausente de la realidad y sustentado por sus poderosas legiones. Y por sus tropas auxiliares. 

Así, los dos protagonistas se encontrarán bajo el mando del antiguo Primer centurión de la XII y ahora caído en desgracia Lucio Valerio Corvino, quién tratará con todas sus fuerzas de que sus nuevos muchachos estén a la altura. Lo acompaña en sus desdichas su médico personal, Teómaco, un griego orondo y amante del buen vino, con un carácter fuerte, cínico y descreído, resultando en el personaje más divertido de la novela con sus continuas peroratas contra todo y contra todos.

Estamos ante una obra que se lee con rapidez, a lo que ayudan sus capítulos cortos, y que es capaz de mostrarnos junto a las andanzas de los protagonistas otras escenas de importancia en la trama o que añaden más detalles al conjunto como son algunos capítulos en la corte de Nerón, un tal Flavio Josefo o el inicio con el filósofo Séneca. En contra de lo que pueda parecer no leeremos un simple un festival de asaltos, batallas y espadazos. Ojo, claro que hay acción, y mucha, pero resulta que lo importante de la novela son los propios personajes y sus dichas y desdichas. La guerra no está nada glorificada y nos resulta algo tan horrible y cruel como para los jóvenes que se ven envueltos en ella. La evolución de los personajes y sus historias son coherentes y bien desarrolladas, los diálogos son fluidos y directos, no hay grandes parrafadas ni circunloquios y la ambientación que acompaña es sobresaliente.
El autor en plan I´m sexy and you know it.
Hay tensión, drama, aventuras, acción y amor. Y quizás este sea el -para mi impresión- el punto débil de la novela: El amor. Arán se enamora de la joven judía Ruth y este enamoramiento se vuelve hilo conductor de una historia demasiado plaga de casualidades para hacerse demasiado creíble -aunque incluso uno de los personajes mencione eso de que “las casualidades existen”-. Y no puedo añadir más a riesgo de “espoilear”, pero ni siquiera la conclusión de esta rama argumental me satisfizo. Sin embargo, la evolución de Noreno sí me apreció mucho más conseguida y su final bastante redondo. Se agradecen también las notas históricas y sobre la novela del propio autor, quién señala las fuentes usadas y el porqué de algunas de sus elecciones argumentales.

En conjunto es una buena novela histórica, seguramente muy superior a tantas que se apilan en las librerías y una excelente compañía para pasar de los calores veraniegos a los de Jersualén del siglo I para ser testigos de una de las guerras más brutales que libraron las legiones de Roma, la cual nos retrotrae, por desgracia, a muchos de los problemas que hoy día vivimos en juestro mundo y que muchas veces tienen un espejo en la Antigüedad y con los que tan bien sabe jugar Pedro Santamaría. Sin embargo, personalmente, me ha resultado un pelín inferior a las tres primeras novelas mencionadas debido a que -aparte de la historia de amor y desventura- haya quizás algunas páginas dedicadas en demasía a explicar costumbres del mundo judío de la época, aunque tampoco tantas para que sea un grave caso de andamiaje como otras novelas. Simplemente creo que se podría haber aligerado un poco en eso. Y quizás haber buscado otras palabras cuando se habla de los protagonistas que cántabro debe ser más repetida en su páginas. Sí, que no me gustó la historia de amor.

Sin embargo, no os desaniméis por estas críticas, ya he dicho que me parece una novela potente y digna de leerse y que será una lectura que no creo decepcione a los seguidores del autor y a los que gusten de las buenas novelas militares de romanos. Las legiones os esperan: alistaos.

Título: Al servicio del Imperio
Autor: Pedro Santamaría
Editorial: Pàmies (2018)
Páginas: 496

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