
Entrarán a servir en la II Cohorte de cántabros,
destinada en Judea, una tierra que se está convirtiendo en un
auténtico haz de leña seca a la espera de una chispa debido a las
disputas religiosas entre los propios judíos y, sobre todo, a la
corrupción y la ambición de los gobernadores romanos. Un Imperio
regido por un despótico Nerón bastante ausente de la realidad y
sustentado por sus poderosas legiones. Y por sus tropas auxiliares.
Así, los dos protagonistas se
encontrarán bajo el mando del antiguo Primer centurión de la XII y
ahora caído en desgracia Lucio Valerio
Corvino, quién tratará con todas sus fuerzas de que sus nuevos
muchachos estén a la altura. Lo acompaña en sus desdichas su médico
personal, Teómaco, un griego orondo y amante del buen vino, con un
carácter fuerte, cínico y descreído, resultando en el personaje
más divertido de la novela con sus continuas peroratas contra todo y
contra todos.
Estamos ante una
obra que se lee con rapidez, a lo que ayudan sus capítulos cortos, y
que es capaz de mostrarnos junto a las andanzas de los protagonistas
otras escenas de importancia en la trama o que añaden más detalles
al conjunto como son algunos capítulos en la corte de Nerón, un tal
Flavio Josefo o el inicio con el filósofo Séneca. En contra de lo
que pueda parecer no leeremos un simple un festival de asaltos,
batallas y espadazos. Ojo, claro que hay acción, y mucha, pero
resulta que lo importante de la novela son los propios personajes y
sus dichas y desdichas. La guerra no está nada glorificada y nos
resulta algo tan horrible y cruel como para los jóvenes que se ven
envueltos en ella. La evolución de los personajes y sus historias
son coherentes y bien desarrolladas, los diálogos son fluidos y
directos, no hay grandes parrafadas ni circunloquios y la
ambientación que acompaña es sobresaliente.
![]() |
El autor en plan I´m sexy and you know it. |
Hay tensión,
drama, aventuras, acción y amor. Y quizás este sea el -para mi
impresión- el punto débil de la novela: El amor. Arán se enamora
de la joven judía Ruth y este enamoramiento se vuelve hilo conductor
de una historia demasiado plaga de casualidades para hacerse
demasiado creíble -aunque incluso uno de los personajes mencione eso
de que “las casualidades existen”-. Y no puedo añadir más a
riesgo de “espoilear”, pero ni siquiera la conclusión de esta
rama argumental me satisfizo. Sin embargo, la evolución de Noreno sí
me apreció mucho más conseguida y su final bastante redondo. Se
agradecen también las notas históricas y sobre la novela del propio
autor, quién señala las fuentes usadas y el porqué de algunas de
sus elecciones argumentales.
En conjunto es una
buena novela histórica, seguramente muy superior a tantas que se
apilan en las librerías y una excelente compañía para pasar de los
calores veraniegos a los de Jersualén del siglo I para ser testigos
de una de las guerras más brutales que libraron las legiones de
Roma, la cual nos retrotrae, por desgracia, a muchos de los problemas
que hoy día vivimos en juestro mundo y que muchas veces tienen un
espejo en la Antigüedad y con los que tan bien sabe jugar Pedro
Santamaría. Sin embargo, personalmente, me ha resultado un pelín
inferior a las tres primeras novelas mencionadas debido a que -aparte
de la historia de amor y desventura- haya quizás algunas páginas
dedicadas en demasía a explicar costumbres del mundo judío de la
época, aunque tampoco tantas para que sea un grave caso de andamiaje
como otras novelas. Simplemente creo que se podría haber aligerado
un poco en eso. Y quizás haber buscado otras palabras cuando se
habla de los protagonistas que cántabro debe ser más repetida en su
páginas. Sí, que no me gustó la historia de amor.
Sin embargo, no os
desaniméis por estas críticas, ya he dicho que me parece una novela
potente y digna de leerse y que será una lectura que no creo
decepcione a los seguidores del autor y a los que gusten de las
buenas novelas militares de romanos. Las legiones os esperan:
alistaos.
Autor: Pedro Santamaría
Editorial: Pàmies (2018)
Páginas: 496
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.