Adquirí
recientemente el manga “Bestiarius” por curiosidad, después de
ojearlo un poco. Romanos, gladiadores, monstruos..., definitivamente
tenía que darle una oportunidad. Nos encontramos ante una obra de
shonen (manga juvenil),
género normalmente plagado de acción, al estilo de los tan
conocidos “Bola de Dragón”, “El Puño de la Estrella del
Norte” o “Caballeros del Zodiaco”. Tras finalizar su lectura,
paso a comentar mis impresiones.
En
cuanto al principal tema que me atrajo, la ambientación, decir que
es algo muy genérico, muy de fondo y el cómic podía haber estado
ambientado en un mundo fantástico. Pero bueno, nos encontramos en el
año 85 e.c., donde las legiones de Roma han vencido en todas sus
batallas y dominan Europa y el Mediterráneo al completo. Y así, en
su imparable avance se
van encontrando regiones remotas pobladas por bestias mitológicas y
de fantasía
(orcos, cíclopes, dragones, minotauros, etc.), a las cuales van
sometiendo.
Las que caen presas, son enviadas a luchar en el anfiteatro de Roma.
El
manga nos presenta dos
historias similares, supongo que la de los que serán los
protagonistas de futuros números, esto es, la de dos bestiarios
-gladiadores que debían enfrentarse a las bestias, los monstruos y
que en la Roma de la época
se enfrentaban a leones, osos, etc.-, quienes tienen una
particularidad: poseen una fuerte afinidad con una criatura
fantástica, la cual también será clave en el desarrollo de la
trama en ambos casos.
Así,
ambientado en una Roma muy particular -no falta el malvado Domiciano
con cara de loco ni la intrigante y hermosa matrona romana de
escotado vestido-, como si de un universo fantástico se tratara y en
ningún momento es un cómic histórico en el que se ha insertado la
fantasía. Para nada. Me hizo gracia ver como uno de los
protagonistas es contratado como guardia personal de una noble romana
y estos iban vestidos como legionarios, con sus armaduras de bandas,
sus pila, etc. Ya digo que una historia similar habría valido en
casi cualquier mundo de fantasía que hubiera querido inventarse con
caballeros, dragones, etc.
El
dibujo es bastante bueno y detallista, aunque me disgusta un poco la
costumbre de autor de llenar las viñetas de acción con líneas en
todos los sentidos. Y no se salva de la repetición de viñetas, hay
una del anfiteatro que recicla dos veces. Pese a eso, las
ilustraciones están trabajadas y son vistosas y la edición es muy buena, con algunas páginas a color. Comentar que el autor
-Masasumi Kakizaki- posee otra obra publicada también por Milky Way,
titulada Green Blood y situada en las luchas de bandas en los
Estados Unidos del XIX.
Las
escenas de acción están bien, pero muchas son algo simples y no
pasan de correctas, y el argumento... pues está cogido con pinzas y
tiene todos los clichés del género: protagonistas casi invencibles
capaces de vencer a todos los que se le pongan por delante. Si ya os
parecería increíble que dos venzan a cien a ver como os quedáis
cuando os diga que dos, atrincherados en un remoto valle, vencen a
varios ejércitos romanos, cuya suma es la de 250.000 soldados. Así.
Tal cual. Si hacemos cálculos habrían vencido a 50 legiones, número
impensable e inexistente. Total, que mejor no ponerse tikismkis: No es más que un cómic de fantasía en un mundo que se
parece al Imperio romano y ya está.
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